jueves, 7 de febrero de 2008

No es lo mismo ser profundo que haberse venido abajo

A lo largo de mi vida he conocido mujeres de diversa extraccion social, he logrado mantener amistad con ellas a traves del tiempo y la distancia en algunaos casos, gente de clase media que crecio economicamente y son hoy empresarias o comerciantes,otras que siempre se mantuvieron en lo que suele llamarse clase media, y esposas de grandes empresarios que hoy no tienen donde caerse muertas.
El sabado pasado asisti invitada a una reunion en la casa quinta de una amiga, el motivo era el compromiso de su hijo mayor , esta familia con la que tengo amistad hace 15 años es un ejemplo mas de cómo en menos de 5 años se puede pasar de ser gente acomodada, sin problemas economicos a no ser siquiera dueños del sitio en el que viven.
En los grupos tipicos que se forman en las reuniones de esa clase estaba mi marido (empleado) discutiendo politica tributaria con un juez de la corte suprema amigo de la familia tambien, en la familia hay 5 abogados, 2 escribanos y un juez,casi todos con problemas economicos, algunos insalvables ya, otros con alguna esperanza todavia.
La torta la habia hecho una mujer maravillosa, la imagen de la elegancia y la dulzura unificadas, Marita, esta mujer que tiene hoy 65 años, despues de egresar de la facultad de filosofia y letras decidio pasar con su esposo un año en Paris para estudiar repòsteria, algo que le encantaba y estudio en Paris con uno de los mejores chef de Europa de esos momentos,tenian un yate con el que ivan de la Costa azul a España, Italia o Montecarlo cuando se les daba la gana, y hoy Marita, hace tortas para ayudar con los gastos de su casa. La caida libre, economicamente hablando, de esta familia empezo hace 20 años, ahora ya vuida, vive con su hijo, nuera y nietos en una casa que se salvo milagrosamente de la quiebra.
A mi el corazon se me parte en dos cuando los escucho recordar todo lo que tenian y ya no tienen, a las mujeres sobre todo,recuerdan ese maravilloso anillo que le regalaron en cualquier aniversario y que ya no recuerdan que deuda sirvio para pagar,a veces a alguna de ellas se le cae una lagrima pero lo toman con tanta entereza que las admiro.
El titulo de este relato es una frase que repite mucho Marita cuando recuerda tiempos pasados,cargandose a ella misma, yo siempre les digo que voy a fundar el club del “Yo tuve” nombrandolas miembros honorarios, Marita siempre me responde : “mientras no tenga que pagar cuota”

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