miércoles, 19 de diciembre de 2007

CAMBIOS

Hemos decidido mudarnos, cambiar de casa, de barrio y de ciudad, y eso me ha puesto a pensar sobre lo que uno deja atrás al irse. Por supuesto no voy a extrañar mi casa, es grande y muy complicada para limpiar y mantener en orden y yo estoy demasiado sola, demasiado vieja y demasiado cansada para seguir, supongo que extrañare la proximidad con algunos miembros de mi familia, igual no son de visitarme muy seguido, mayormente soy yo la que visita, pero hace un tiempo que deje de hacerlo, a veces pasan semanas que no voy a ningún lado, y nadie me pregunto que me pasa que no voy mas, no quieren preguntarme porque como yo soy tan sincera se los voy a decir, y en realidad no quieren saber la repuesta.Mi familia forma parte de ese grupo de gente que se ofende si vos no estas a su lado cuando algo les pasa. Tenes que saberlo aunque ellos no te lo digan, adivinarlo, tenes que estar ahí, al pie del cañón, tenes que estar ahí para que te digan: quédate tranquila no necesito nada, para que te molestaste en venir, es algo sin importancia.Pero si no estuviste te hacen el boicot, no te hablan ni para decirte que les paso , se hacen los indiferentes, y vos ni enterada de nada, pero si algo me pasa a mi, les importa algo menos que un carajo, su excusa es perfecta: como me las arreglo siempre tan bien sola se apartaron para no molestar, no me van a negar que como excusa es fantástica, te dejaron sola y encima es por culpa tuya, es buenísima.Y ahora me voy yo, van a decirme cuando lo sepan: que lastima no podremos vernos tan seguido como antes, y yo no contestare, no vale la pena.

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